¿Quién no ha probado café alguna
vez en su vida? El consumo del café se ha vuelto tan popular alrededor del
mundo que es difícil imaginarse a la vida sin este. Juega un rol sumamente importante en la economía, desde su cultivo, comercio y distribución a cada rincón del mundo. Dicho esto, tal vez es un poco
irónico que, a pesar de su importancia, muchos no sepamos ni siquiera sobre su
origen.
Hay muchas leyendas que cuentan
cómo el café empezó a formar parte de nuestras vidas; historias desde musulmanes que aclaman sus propiedades curativas o hasta que fue traído por ángeles. Pero tal vez la
más popular y sin duda la más interesante es la que hace referencia a un pastor
de cabras, Kaldi.
Kaldi y las cabras danzantes
Kaldi y las cabras danzantes
La historia cuenta que este
pastor sacaba a sus cabras a pastorear en la ladera de Kaffa en Abisinia, ahora
Etiopía. Un día, las cabras se extraviaron y al encontrarlas horas después, Kaldi empezó a observar un comportamiento irregular en ellas; saltaban y se mostraban muy inquietas. Él atribuyó estas
acciones a unos frutos rojos que estaban comiendo y para asegurarse, decidió
probarlos también. Kaldi enseguida empezó a bailar junto a su rebaño, los frutos ocasionaban el mismo
efecto en él, estaba lleno de energía y no lograba conciliar el sueño.
Poco tiempo después, un monje
observó el extraño comportamiento de Kaldi y sus cabras y tras preguntarle al
pastor, consideró necesario probar los frutos, pues siempre se quedaba dormido
en medio de sus oraciones. El monje cocinó
los cerezos de café, pero la bebida resultante era amarga y nada agradable. Una
vez se desprendieron los cerezos, los granos verdes que se encontraban adentro
empezaron a tornarse marrones mientras emitían un delicioso aroma que fue percibido por el monje. Éste decidió hacer la bebida en base a café tostado. Al probarla, el monje y los
discípulos del monasterio quedaron fascinados, no solo por el sabor de esta,
sino porque no volverían a dormirse durante los sermones. Es así como nace la popular
bebida, a la que le dieron en nombre de Kaaba, que en árabe quiere decir piedra
preciosa de color café.
Dispersión Global
Luego de hacerse conocida en Etiopía, la bebida se empezó a popularizar cada vez más alrededor del mundo. En el sigo XIII, el café llegó al mundo islámico, donde lo tomaban por propiedades curativas que creían que este tenía. En Turquía, llegó a ser tan popular, que incluso existía una ley que permitía a una mujer divorciarse si su esposo no le brindaba una dosis diaria de café. En 1475 se abrió en Estambul la primera cafetería del mundo.
La bebida llegó a Europa gracias a los mercaderes Venecianos el año 1615, con diversas opiniones y creando controversias entre los cristianos dado su origen mahometano. El papa Clemente VIII resolvió probar el café y dijo: "Esta bebida de Satanás es tan deliciosa, que sería una lástima dejar a los infieles la exclusiva de su uso. Vamos a chasquear a Satanás bautizándola y así haremos de ella una bebida auténticamente cristiana".
En Inglaterra fue muy bien recibido, se comenzaron a abrir cafeterías en Oxford y Londres, volviéndose lugares muy recurridos por filósofos y letrados. No es hasta 1689 que el café logra cruzar el Atlántico, abriéndose el primer establecimiento en Boston. La bebida ganó popularidad especialmente luego del motín del té en Boston, cuando los rebeldes lanzaron al mar el té sobretasado por la corona británica.
Años más tarde los holandeses llevarían semillas a la Guyana Holandesa, desde donde se expandiría a la mayoría de países sudamericanos.
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